LA RESPONSABILIDAD DE LOS ABUELOS DE MICRÓPOLIS



La obesidad infantil en España es una de las más altas de Europa. Se relaciona con el sedentarismo, mala alimentación y la pasividad paterna, y es en este último punto donde la educación alimentaria por parte de los padres no es la deseada.

Otro factor determinante en relación a los malos hábitos alimenticios, es que la mayor parte de los padres trabajan fuera del hogar con horarios poco flexibles para el cuidado y desarrollo de los hijos. Es aquí donde entra en juego el papel de los abuelos, los que se han convertido en los padres de sus propios nietos.

Por ello, la educación que reciben los niños proviene de éstos es mucho mayor que con los padres, ya que pasan una media de 6,2 horas al día y el 70% de las mujeres de 65 años ha cuidado o cuidan de alguno de sus nietos.

La educación en la primera etapa de la vida no es nada fácil, y mucho menos teniendo en cuenta que las personas que llegan a una edad; la fuerza, destreza y las capacidades físicas van decayendo con el paso de los años. Se cae en el afán de complacer a sus nietos, de no decepcionarlos y por eso no pueden negarles algunos caprichos, muchos de ellos se traducen en antojos en relación a la bollería industrial.

En mucha de las situaciones los abuelos tienen la mala costumbre de dar a sus nietos chucherías y demás pasteles, en algunos casos porque habitualmente no lo comen todos los días.

Los abuelos son una fuente de sabiduría infinita, con la experiencia y el paso de los años han sabido criar a sus hijos bajo una dieta sana y equilibrada. Es aquí donde se intenta hacer lo mismo con sus nietos, eliminar el concepto de que un niño “rellenito” es más sano que un niño delgado, y otro punto fuerte es la dieta Mediterránea que se ha pasado de generación en generación durante muchos años y ahora se está perdiendo.

Los abuelos son los que pueden inculcar a sus nietos las meriendas de antes y los sabores de su infancia.

La riqueza cultural es también la riqueza gastronómica, y la cultura y el saber también están en manos de los abuelos.

Los abuelos tienen una serie de valores incalculables que pueden y deben transmitir a sus nietos, y en la nutrición mucho más. Si velan por la crianza de los más pequeños de la casa tienen las mismas responsabilidades de los padres de atender su formación hacia la vida adulta, y por supuesto de educarlos de la misma manera que lo hicieron con sus hijos.

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